Preguntas a solas


La vida: sus pasajes por tiempos, por espacios, por rostros que intervinieron en hechos y dejaron en el aire su roce, su tempestad y calma, sus miedos y alegrías. 
Todo nos constituye. 
A veces me pregunto qué hay de personal y único en cada uno, si casi todo o ¿quizá todo? ya existía –disperso o concentrado– en otros que ya no están visibles, pero cuya huella horada todavía espacios de cristal, de transparencia y tiempo que se iluminan en los soles de amaneceres nuevos…
Sin embargo, todos intentamos trazar nuestro camino; constantes y dispuestos, buscamos que los pasos, que metas e intenciones, que deseos y voces, hablen de lo auténtico; buscamos la verdad alcanzable, la honesta voz interna naciendo, floreciendo, transformándose y transformándonos; verdad renovada siempre por un empuje íntimo de búsqueda y mejora, de esperanza en lo bueno, de expresión de una infinita fuente…
Quizá la diferencia se halle en el punto del que partimos, en la constancia y persistencia en nuestros métodos, en nuestra fe, en nuestra confianza, en nuestra concentración, en nuestra humildad, en nuestra generosidad, en nuestra alegría y disposición a dar a la vida y a creer en ella como la gran ocasión de crecer y aprender a ser y a ser generosos.
La música, las palabras, las miradas, los gestos, las intenciones, los hechos, los silencios…Distintos todos. Iguales siempre. Iguales todos. Siempre distintos.

Isabel, 3-7-12

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