Me gusta imaginarte


Me gusta imaginarte mientras te miro,
porque al hacerlo distingo en ti 
algo más que un rostro, 
una piel, las huellas de una vida… 

Siempre hallo en tus manos
las caricias que en ti habitan,
la belleza de tu rostro atravesando las edades
y viajando más allá de cualquier tiempo.

Siempre sonrío al comprobar las formas
que tú creas, como diáfanas luces
que disuelven las solitarias sombras 
de miedos y tristezas.

Siempre confío en ese humor profundo
que elimina el dolor que perturba la vida,
que te nace de pronto y se convierte en juego 
de ingenio y ocurrencia.

Siempre descubro en ti la brillantez del sol
y el gozo de sentir cantar mi corazón
como mar en su orilla cuando me miras.

Isabel, 18-04-12

Despertar contigo


Era de plata y luz el horizonte
y se acercaba a mí como diciéndome
“el fin es nacimiento”.
Quise caminar contigo y quedarme a contemplarlo
en tus ojos, brillantes horizontes
que viajan por el aire entre silencio y música,
y arribé a este presente que nos mira y sonríe,
y esta mañana, a tu lado y contigo, 
le pregunto a la línea que separa nuestro cielo del mar
por el amor del aire que nos brinda su beso
para crear con él nuestra propia fusión,
por el sentir del aire al unirse a nosotros,
a nuestras bocas juntas, fundidas en el beso
de un amor siempre nuevo,
en ese renacer constante y silencioso
de la vida en sus formas...
Y el aire se sonríe y su amistad es plena forma en sí,
es su respeto libre.
La luz en este azul que nos permite el tiempo
sirve para soñarse fuera y dentro de lo eterno y sin límite,
siempre busca entregar su aliento y plenitud.
“Son tus ojos tan dulces...” te repito en silencio.

Isabel

Tiempos de vida

Las manos de septiembre
anidaban en ti
como cosechas nuevas.

Todo el vigor de una esperanza joven
se concentraba allí,
en los valiosos hechos,
en los frutos recientes;
porque tu luz refulgía constante
con su voz y su ritmo,
con su canto y cadencia;
penetrándolo todo,
elevaba las formas 
hacia una luz más pura
con su expresión más fértil.

Los veranos vividos
fraguados de silencios,
elevaban tus ojos 
buscando la unidad 
de fuego y transparencia.
Noches en la quietud
de solitarios vuelos.

…Son fuentes de presencia
de frutos y promesas,
tus otoños recientes.

Isabel,18-01-13