Tiempos de vida

Las manos de septiembre
anidaban en ti
como cosechas nuevas.

Todo el vigor de una esperanza joven
se concentraba allí,
en los valiosos hechos,
en los frutos recientes;
porque tu luz refulgía constante
con su voz y su ritmo,
con su canto y cadencia;
penetrándolo todo,
elevaba las formas 
hacia una luz más pura
con su expresión más fértil.

Los veranos vividos
fraguados de silencios,
elevaban tus ojos 
buscando la unidad 
de fuego y transparencia.
Noches en la quietud
de solitarios vuelos.

…Son fuentes de presencia
de frutos y promesas,
tus otoños recientes.

Isabel,18-01-13

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