Algunos días, impone su presencia;
sus manos agitadas transforman el paisaje;
las formas y palabras que el pensamiento crea
quiebran el corazón, que ignora
y teme errar y dañar lo que más ama…,
y así, el día se nubla,
se debate en un mutismo alborotado
y siente rotas su integridad y calma;
ignora si la verdad será
la antigua forma de sonreír a solas,
aquella que le cantaban su alegría y su paz
o ésta, que se abre camino a golpes con su aldaba
y marea al silencio
y corta el delicado hilo de la bondad cercana.
La duda ignora si el velo de la apariencia
es ella misma,
siempre dibuja círculos…
abre un camino nuevo
y las palabras brotan, llegan a su destino
y la verdad revela el cuerpo de su luz.
Derrotada la duda, se aleja en el silencio.
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